Ser productivos en nuestros centros de trabajo y también en nuestras vidas personales es una meta que se mantiene vigente a lo largo de toda nuestra vida.
El lograr comprender el ritmo de nuestro día a día y crear rutinas que nos ayuden a mejorar nuestra productividad en lugar de obstaculizarla, nos dará importantes ventajas competitivas a lo largo del tiempo.
En algunas ocasiones puede que nos podamos sentir abrumados y agobiados ante la gran cantidad de tareas acumuladas y pendientes de realizar, lo que ocasiona que nos sea más difícil identificar aquellas por las cuales debemos iniciar de forma prioritaria a resolver.
Te queremos compartir algunas claves, que podrán ayudarte a hacer que tu día sea más productivo y eficiente, solo requiere tu compromiso, disciplina y entusiasmo.
En medio de todo el torbellino de tareas diarias, hacer una lista que las contenga es una de las fases más simple pero no por eso menos efectiva.
Cada una de nuestras actividades tiene un objetivo y como tal, debes de establecer criterios que establezcan prioridades de ejecución de las más importantes a las más urgentes.
Una lista por objetivos hará que tu día este mejor planificado y ordenado, haciendo fácilmente medible tu progreso y avance.
Como ventaja adicional, podrás efectuar los ajustes que creas conveniente a tus procedimientos, lo que te mantendrá motivado y dispuesto a mejorar y aprender diariamente de tus propias experiencias.
Intentar elaborar varias tareas a la vez no es lo más adecuado si quieres mantener un ritmo ordenado de trabajo, recuerda el dicho: “el que mucho abarca, poco aprieta”.
Lo mejor es enfocarte en la culminación de una tarea y finalizarla para continuar con la siguiente. De esta manera podrás evitar distracciones innecesarias y lograrás terminar tu lista en menor tiempo.
Otro factor a tomar en cuenta es el orden de tu área de trabajo, un lugar lleno de papeles y objetos desparramados, hará que tu cerebro se enfoque en el desorden y no en tus tareas, por lo que conseguir un espacio más bien minimalista hará tus labores más agradables y eficientes.
Ser productivo no solo es hacer las cosas, sino también hacerlas de la forma correcta, como ya dijimos, evaluar constantemente tus procesos y actividades, te permitirá realizar los ajustes necesarios para lograr cumplir tus objetivos de forma segura y más rápidamente.
Si durante esta revisión, observas que existen procedimientos repetitivos o inútiles, es hora de simplificar y desestimar aquellas acciones que solo sirven como pérdida de tiempo, enfócate en lo realmente importante y optimiza tus labores.
De nada sirve lo anterior, si vos como individuo no estás bien, y por bien nos referimos a saludable y con las energías necesarias para realizar de forma efectiva las tareas que a diario te propongas. Actividades como dormir las horas que tu cuerpo requiera, comer saludable e inclusive tener momentos de descanso y esparcimiento son fundamentales si queremos ser altamente productivos.
Una persona cansada y con una salud precaria, difícilmente logrará completar sus metas a tiempo, vigilar tus hábitos y hacerlos cada vez más saludable, es el primer secreto para que tus metas sean alcanzables y llevadas a feliz término en el tiempo convenido.
Después de todo lo anterior, podemos concluir que la productividad es el producto natural de la capacidad de concentración que tengas en estructurar tu tiempo de forma coherente.