***Maryel Velásquez González es Auxiliar Administrativa con 17 años de laborar en esta alma mater.
Algunas personas creen que el éxito llega como un golpe de suerte, otros consideran que es fruto del esfuerzo constante. Para Maryel Velásquez González la suma de ambos factores es lo que le ha permitido llegar a 17 años de trabajar en la Universidad Americana, UAM.
Velásquez González tiene 36 años, es casada y tiene dos niños. Pero cuando llegó a UAM era una joven que apenas había terminado la secundaria y debía trabajar para costear sus estudios universitarios.
Desde hace cuatro años es Auxiliar Administrativa de la Facultad de Odontología de UAM, el cuarto cargo que desempeña desde que empezó a laborar en esta alma mater.
Su historia en esta universidad inició como parte del personal de conserjería en la Biblioteca Pablo Antonio Cuadra. “Llegué a UAM por una oportunidad que me dio la directora de la Biblioteca de ese entonces”, recuerda Maryel.
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En Biblioteca estuvo casi tres años, período que también aprovechó para estudiar. Después de ese tiempo le ofrecieron desempeñarse como Auxiliar de Biblioteca, donde atendía a los visitantes.
“Recibí una capacitación para identificar los libros, conocer los tipos de libros disponibles, atender al personal y a los estudiantes”, comparte desde su puesto actual en el Edificio de Odontología.
Señala que fue una bonita experiencia que le permitió aprender bastante, pero un año después fue trasladada al área de Fotocopias, donde trabajó un año.
Un día, vio la publicación de una vacante de Asistente Administrativa de la Facultad de Odontología. “Yo apliqué a la vacante y hablé con la decana de la Facultad, Dra. Nidia Roa».
“El apoyo que me han dado mis jefes ha sido vital para mi experiencia y desempeño, gracias a ellos he salido adelante. Más que jefes, he tenido líderes que trabajan mano a mano con los colaboradores”, enfatiza.
De esa misma manera, aplicando por decisión propia escaló a su actual cargo como Auxiliar Administrativa.
Maryel es licenciada en Administración Turística y Hotelera. Trabajaba de lunes a sábado y estudiaba los domingos.
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Además, tiene un posgrado en Administración de Eventos que cursó en UAM; sin embargo, para ella no es suficiente y desea continuar sus estudios.
Asegura que UAM ha visto crecer a sus dos hijos y que ha tenido “el respaldo de la institución para velar por ellos y asistirlos cuando lo necesitan” sin tener problemas con sus horarios.
“Yo vivo agradecida con UAM porque creyó en mí. Y siempre estoy dispuesta a dar un poco más de lo que se me solicita”, finaliza.